El xilófono utiliza tanto la técnica de tambor afinable como la avanzada de mazos, tiene un tono más vivo que su primo, la marimba, y las notas se sostienen menos.
Parece una muchacha inocente y tímida, pero su alma galopa en corcel encabritado cuando sube al escenario para hacer cantar a los tambores, el xilófono o el vibráfono.