No hemos hecho más que asistir impotentes (y pagando muchísimo dinero) a los desmanes crecientes de equipos municipales cada vez más prepotentes, ineptos y rapaces.
Un ministro de economía ex-banquero - - prepotente y arrogante que trata con desprecio, chulería y superioridad a los periodistas - - preocupado por salvar a sus colegas financieros.