El monólogo exteriorizado, la incapacidad para registrar a un interlocutor (aun cuando exhiban gestos convencionales que indiquen lo contrario) tienen un hilo invisible común.
Es tan elemental esta relación que desconocer la implica incapacidad para gobernar, entendiendo por incapacidad la capacidad de hacer algo con conocimientos.
Según algunas teorías, no ser felices en el trabajo también reduce la eficacia y nos hace sentir culpables por nuestra incapacidad para conseguir la satisfacción.