Venga anni, aquí tienes otra oportunidad de hablar de tu famosa cavidad coronal, mezclándo la con otra filípica sobre conspiranoicos, vaciados espirituales y desinformadores.
Era esa su cotidianidad laboral, marcada por la filípica del amo, el reproche permanente para que se hiciera más productivo, sin importar cuánto produjera ya.
Finalmente, la ley 19.656 fue publicada sin considerando alguno, lo que ciertamente es preferible a haber mantenido el que se citó al principio de esta filípica.