Una especie de salto cuántico interior, de euritmia, para lograr la homeostasis en un medio nuevo con nuestra biología perfectamente equilibrada y adaptada.
La euritmia es el verdadero maestro del sentido del movimiento propio, y este hecho nunca debería ser dejado de lado, ni ser olvidado en la pedagogía curativa.
Es una euritmia de diversion comprimida en 12 capitulos que nunca desperdicia, aunque de inicio lentamente y deba luchar contra la carga negativa que encierran sus propios elementos.