Para el movimiento de retrogradación de los planetas, la teoría de los epiciclos y deferentes permitía dar cuenta de modo mucho más preciso de los fenómenos.
En fin, una especie de réplica actualizada de la mecánica celestial precopernicana, con su eterno repetirse de ciclos de ciclos y epiciclos de epiciclos.
Para ello se propone la teoría de los epiciclos y deferentes, así como la de los círculos excéntricos, rompiendo con la teoría de las esferas homocéntricas.