Entre los síntomas se encuentran: emaciación, retraso del crecimiento, insuficiencia ponderal, capacidad de aprendizaje reducida, salud delicada y baja productividad.
Por lo tanto, infecciones como la tuberculosis o la amibiasis crónica, necesitan una conducta específica que cuando es efectiva eliminará el origen de la pérdida de peso y la emaciación.