Atrás quedan las horas de estudio, las discusiones, el visionado de muchos otros montajes anteriores, las horas de ensayo, los momentos de desfallecimiento.
Cuando se presenta, normalmente va precedida de un episodio adrenérgico previo que provoca sudoración, nerviosismo, temblor, desfallecimiento, palpitaciones y a veces hambre.
Un lugar donde refugiarse, sin renunciar a su previsible desarrollo, aguanta su visionado sin pérdida de interés ni desfallecimientos rítmicos... pero...
Debemos avanzar hacia esos dos fines, penosa pero resueltamente, descontando por anticipado nuestros desfallecimientos a lo largo de tan dilatado camino.