He de añadir que quizá nunca en la historia del arte se han colado tantos impostores como en estos momentos, donde cualquier chiquilicuatre es capaz de pasar por artista.
Ademas las caras de los que no ganaron y tenian un claro sentimiento de superioridad sobre chiquilicuatre eran todo un poema e incluso hubo gente abucheando (los menos, claro).