Sobre el mat me olvidaba de mis problemas y como por arte de magia se calmaban aquellos pensamientos que me atribulaban cada minuto de mi vida, encontraba paz.
Cuando sus pensamientos la atribulaban y se sentía desfallecer, nos deteníamos a tomar aire y comprar alguna fruta que le devolviera un poco el aliento perdido.
Descubriremos, si lo hacemos pausadamente, como algunas de los conflictos que nos atribulan pueden venir precisamente de la separación existente entre nuestros valores y lo que hacemos día a día.
Era de estatura prócer, representaba la edad de cincuenta años, y prorrumpía en frecuentes gemidos, que los circunstantes atribulan a la tristeza que le causaba la memoria de su delito.