El carácter ancestral está reforzado por el predominio de formas arborescentes leñosas y la existencia de géneros endémicos, entre otras razones biológicas.
En su zona norte la topografía es escarpada y se encuentra cubierta por matorrales, vegetación arbustiva y arborescente perennifolia y caducifolia, conformada por diferentes especies.
La subida hasta la cima es bastante sencilla, con un agradable paseo entre helechos arborescentes, orquídeas, musgos, lianas y otros tantos seres vegetales.
El interior estará formado por innovadoras columnas arborescentes inclinadas y bóvedas basadas en hiperboloides y paraboloides buscando la forma óptima de la catenaria.