Ahora, investigadores han descubierto antimateria en un lugar en el que ya presuponían que estaba, pero que nunca habían detectado antes: en las erupciones solares.
Estas partículas transportadoras podrían alterar la carga y otra propiedad, llamada sabor, de las partículas elementales, causando el desequilibrio adicional entre materia y antimateria.