Refleja un cierto catolicismo ñoño, tan patrio... como el aquella vetusta libería que tenía en sus anaqueles devocionarios y novelas guarrindongas, colindantes.
Sobre el devocionario de hoy, debo compartir que a mi me sucedió que cuando la iglesia donde asisto me consideró para ser parte de los líderes me sentí muy feliz.
Impulsados por la devoción religiosa, estas familias de artistas y artesanos se dedicaron a suplir a los conventos, iglesias y devotos, las tallas y pinturas devocionarias.